Puede que me veas como fotógrafo, pero como todos, tengo muchas otras cosas que me definen. Hoy quiero contarte un poco más de mí, fuera de la cámara.
Casero, fiestero… pero en casa
Soy una persona muy casera. Me encanta el plan de ver películas o series en casa, o reunirme con amigos para hacer fiestas más tranquilas en lugar de salir a antros. Aunque, cuando vivía en España, disfrutaba mucho del poteo: eso de ir cambiando de bar tomando vinos y comiendo pintxos.
También me gusta caminar por zonas verdes y con poco tráfico. Y no podría vivir sin música. Escucho de todo —rock, electrónica, baladas, spa— según la temporada. Lo único que no disfruto tanto es el reguetón.
Vivir con un perro: nueva rutina, misma pasión
Desde hace unos meses tengo perro y, aunque pensaba que podría afectar mi rutina de trabajo, ha sido todo lo contrario. Él está tranquilo en otra parte del estudio y no se hace notar, incluso cuando vienen clientes con perros o niños. Lo que sí ha cambiado es que ahora tengo una rutina: paseos, horarios, descansos. Me ha venido bien.
Inspiración más allá de la cámara
Me inspiran los paisajes naturales y, sobre todo, ciertas canciones. A veces una canción me pone en el estado exacto para crear o para imaginarme cómo quiero que se vea una sesión. También me inspiran los viajes: ya sea en avión, moto, tren, camión, bici o caminando, me encanta desconectarme de todo y conocer lugares nuevos.

Mi moto antes de salir de ruta a unos de mis viajes.
Comer también es parte del viaje
Salir a comer a restaurantes o puestos callejeros es otra de mis grandes pasiones. A veces una buena comida es todo lo que necesito para volver con energía a editar fotos o planear la siguiente sesión.
¿Conectar con los clientes desde lo personal?
Curiosamente, lo que más despierta interés en mis clientes aquí en México no es que tenga perro, o que me guste viajar, sino que soy de España. Siempre me preguntan por qué vine y cómo ha sido el cambio. Creo que eso genera confianza, y abre conversaciones bonitas y naturales.