Lo primero que muchos se preguntan es: ¿necesito la mejor cámara y el mejor lente del mercado para ser fotógrafo profesional?
La respuesta es sencilla: no.
Cuando yo empecé, tenía una Olympus E-410 con los dos objetivos que venían en el kit: un Olympus 40-150mm f4-5.6 ED y un gran angular Olympus 14-42mm f3.5-5.6 ED. Nada de lentes luminosos, solo lo básico: batería, parasoles, una tarjeta Compact Flash de 1GB y una bolsa bandolera para cargarlo todo. Con ese equipo, ya estaba haciendo mis primeras sesiones en exteriores.
Con el tiempo entendí algo: el equipo no lo es todo. Puedes tomar fotos increíbles incluso con un móvil, y también puedes hacer fotos terribles con la mejor cámara del mundo. Lo que realmente importa es mejorar como fotógrafo: aprender, practicar, experimentar y conseguir que esta pasión se convierta en una forma de vida.
Si estás empezando, aquí te dejo mi lista básica e imprescindible para sesiones en exterior y eventos:
Cámara réflex: No necesitas la cámara más cara del mercado para comenzar. Cualquier cámara con buenas características puede ser suficiente. De hecho, puedes encontrar buenas opciones de segunda mano a precios accesibles. Yo mismo trabajé durante muchos años con una Nikon D610 de segunda mano antes de pasar a una Sony a7 IV, que aunque es más costosa, ya la adquirí cuando mi trabajo como fotógrafo me lo permitió.
Lente versátil: Un solo lente que cubra desde planos generales hasta retratos. Por ejemplo, un 24-70 mm es perfecto para eventos y sesiones exteriores, porque cambiar de lente en pleno evento puede hacerte perder momentos únicos. Si solo haces sesiones en exterior o estudio, puedes optar por lentes fijos como un 35 mm y un 85 mm para retratos.
Flash de zapata: Fundamental para eventos con poca luz.
Tarjetas de memoria y baterías extra: Indispensables. Incluso si no las necesitas todo el tiempo, pueden salvarte en situaciones inesperadas, como cuando a mí me apareció un error de tarjeta a mitad de una sesión.
Finalmente, mi consejo es claro: no necesitas gastar una fortuna para empezar. Puedes conseguir cámaras full-frame a buen precio de segunda mano, y marcas como Tamron ofrecen lentes más económicos que los originales. Si puedes comprar nuevo, perfecto, pero no tengas miedo de empezar con equipo usado para reducir costos.
Lo más importante no es el equipo, sino tu técnica, creatividad y actitud. Aprende, disfruta y, poco a poco, verás cómo puedes crecer como fotógrafo profesional.