¿Qué llevo a los eventos como fotógrafo?
Cada evento es diferente, pero con el tiempo he aprendido a prepararme para casi cualquier situación. Me suelen contratar sobre todo para bautizos, comuniones y cumpleaños, aunque también he cubierto bodas, babyshowers y eventos corporativos. Y aunque el tipo de evento influye, lo que realmente determina qué llevo es el tiempo que me han contratado: no es lo mismo estar dos horas tomando retratos y fotos de la ceremonia que cubrir una fiesta de cinco o seis horas.
Mi equipo principal
Mi cámara principal es la Sony a7iv con un 24-70mm, y con eso hago prácticamente todo el evento. Me permite moverme con rapidez y adaptarme a distintas situaciones sin tener que cambiar de lente.
Además, siempre llevo mi antigua Nikon D610 con un 50mm fijo. No la uso a menos que sea necesario, pero me da tranquilidad tener una segunda cámara por si algo falla. Y como el 50mm es más ligero y luminoso (f/1.8), también me permite hacer algún retrato diferente si se da la oportunidad. La idea es estar preparado sin cargar con equipo innecesario.
Otros esenciales
No llevo trípode porque en eventos tengo que moverme constantemente, y cargar con él solo entorpecería mi trabajo. Lo que sí llevo son flashes de zapata para ambas cámaras, baterías y tarjetas de sobra, y una pera para limpiar la lente.
Cuando el evento lo requiere (porque dura más o porque hay ciertos momentos clave), también puedo llevar flashes externos con trípodes y difusores. Incluso el dron, si tiene sentido para ese evento en particular.
Todo esto lo organizo en una mochila de fotografía. Ya tengo todo distribuido para que pueda sacar lo que necesito rápidamente, sin tener que estar buscando en medio del evento.
Detalles que marcan la diferencia
Más allá del equipo, hay pequeñas cosas que ayudan muchísimo. Por ejemplo, si hay bebés, siempre llevo algo que haga ruido o les llame la atención para que miren a la cámara. No falla.
Y aunque suelo ser muy organizado y no recuerdo haber olvidado nada importante, sí me ha pasado al revés: llevar cosas que terminaron siendo inútiles. Así que también he aprendido a aligerar un poco.
Un consejo si estás empezando
Carga todas las baterías y formatea tus tarjetas el día anterior. Suena obvio, pero si lo dejas para el mismo día y algo sale mal, no hay margen de error.
Y si eres desorganizado o simplemente quieres asegurarte de no olvidar nada, hazte una lista con todo lo que necesitas llevar y ve tachando punto por punto. Lo mínimo indispensable: batería, tarjetas suficientes y, si puedes, un segundo cuerpo de cámara. Eso puede salvarte el día.